Blogia
elvigíadelcampanario

Las ilusiones perdidas de los muelanos

Las ilusiones perdidas de los muelanos

La Operación Molinos se ha llevado por delante el sueño de muchos y el de otros que, siguiendo el ejemplo expansionista de este pueblo zaragozano, han pretendido seguir un crecimiento desordenado y anárquico. Una mala y explosiva gestión ha dado, de momento, con varias personas en la cárcel, entre ellas, la alcaldesa, María Victoria Pinilla, y otras muchas imputadas en libertad con cargos.

El juez Alfredo José Lajusticia, encargado de la instrucción del sumario, no ha terminado y, con discreción y sin pausa, continua con las investigaciones y delimitando las responsabilidades. Mientras tanto el pueblo sigue donde estaba y la vida municipal se tiene que mantener.

El primer pleno del Ayuntamiento de La Muela, en la comarca zaragozana de Valdejalón, después del inicio de la operación judicial se celebró ayer con una importante afluencia de público y de medios de comunicación. La expectativa era grande. La alcaldesa en funciones, Miriam Fajardo, prohibió la grabación de imágenes aunque permitió la presencia de los medios para tomar notas.

El presupuesto modificado para este año que asciende a 27,9 millones de euros fue aprobado únicamente con los votos favorables de los concejales del PAR, siendo rechazados por los concejales de la oposición, PP y PSOE. El presupuesto para este año había sido aprobado apenas hace dos meses.

Se aprobó también solicitar un crédito de cinco millones para hacer frente a inversiones. Sin embargo becas, ayudas sociales (Tercera Edad, Asociaciones Culturales y Deportivas, ONG,s, etc.) y subvenciones, incluida la financiación de viajes a los vecinos, por valor de 5,5 millones de euros fueron eliminados. Los sueldos de la alcaldesa y de los concejales se mantienen e incluso aumentan.

La ambición desmesurada de unos cuantos habitantes de ese pueblo ha hecho que la ilusión de todos se haya ido al traste. Muchos de ellos consideran aún que la alcaldesa y el Ayuntamiento anterior habían hecho bien los deberes e incluso estaban orgullosos de lo que este pueblo del secano aragonés había conseguido.

Y es precisamente aquí donde esta lo más grave, las ilusiones perdidas de los muelanos, más allá de los delitos, todavía por juzgar, que hayan podido cometer sus munícipes. Personas honradas, sencillas, nobles, confiadas, han visto mermadas sus posibilidades de una vida mejor.

Lo sucedido en La Muela, lo mismo que sucedió, en su día, en Marbella, debe alertar a los españoles a ser escrupulosos vigilantes de aquellos que han sido elegidos. La ambición excesiva y la desmedida confianza otorgada, incrementadas por el nulo control institucional financiero, han hecho posible el “caso La Muela”.

Evitemos que esto vuelva a suceder y exijamos un control de los que se sitúan en el poder alentados por una “buena gestión” o de la supuesta “bondad” de nuestros ediles. Exijamos la permanencia limitada en determinados puestos elegidos con la imposibilidad de que las personas puedan ser elegidos más alla de dos legislaturas o periodos electorales.

Imagen: Auntamiento de La Muela.

 

 

0 comentarios