Un alcalde que, de momento, no es

Si, lo es. Fue elegido por unos cuantos pero no por los que representan la opción mayoritaria. Se ha bajado el sueldo, poco, pero se lo ha bajado, de 100.000 a 75.000, que tampoco esta mal, sobretodo pensando que gobierna para algunos zaragozanos, no para todos. así lo ha demostrado haciendo de la fachada del ayuntamiento la suya propia colocando banderas que no representan a las institución que se ubica detrás de ella o dejando plantada a una institución académica como es la Academia General Militar el día de la entrega de despachos a decenas de oficiales del Ejército que juraron en su día derramar su sangre por la de todos (entre ellos la del mismo alcalde), si fuera necesario.

Por arte de la estrategia postelectoral se ha visto sentado en la poltrona en virtud de un "cordón sanitario" que impidiese regir los destinos de esta ciudad por cuatro años a la persona que el grupo mayoritario zaragozano había elegido. Desgraciademente sus primeros pasos como alcalde ha dado lugar a varios tropezones levantándose con alguna que otra dificultad y de formas nada apropiadas.

Es de esperar que con el paso de tiempo pase de sus formas asamblearias a defender sus posiciones en el salón de plenos lo que le hará ser un alcalde de todos y no de unos pocos