Lo silencios de Sánchez

No es algo nuevo, desgraciadamente. El Sanchismo nos tiene acostumbrados pues la utilización partidista de la información es tacticismo consustancial a su actitud. El uso de maniobras interesadas es algo evidente en la práctica política pero en el caso del actual presidente del gobierno, doctor en entredicho, presomina un exceso que conculca los derechos de todos los españoles.

Su silencio es tal que sus propios ministros o correligionarios se contradicen al tratar de interpretar lo que su "lider" quiere. Ante la salida ayer de Iceta, lider del PSC, Ábalos la interpreta como inapropiada por no realizarse el momento adecuado lo cual hace pensar que en la mente del presidente subyace esta posibilidad, lo cual ya de por si, es grave. Hay antecedntes.

Sánchez trata de no pillarse los dedos ante el secesionismo cataán y, consciente o inconscientemente, se coge la mano entera. Los silencios de los políticos dicen mucho pues se ven sometidos al juicio de la actualidad. Los políticos dan pasos y son analizados y, es evidente, que Sánchez lleva un camino recorrido que dice mucho de sus personalidad egocéntrica e interesada.

El silencio, o peor aún, parapetarse detrás de una institución como la Junta Electoral Central  no es de recibo y le pone en evidencia. El ninguneo de Sánchez ante el problema cataán es un burladero a la espera del resultado de las elecciones. Sánchez no se cierra la puerta y aguarda por si es necesario buscar apoyo de los independentistas catalanes. Él es consciente de que compromete a todos los españoles, incluso e los que no votaran al PSOE. De momento se mantiene en su silencio para no restar votos a un proyecto que tiene toda la apariencia de servirse de los independentistas y de todos los españoles. Su objetivo es mantenerse en el poder