Ausencia del Estado

El Estado de Derecho surgió como una necesidad contra la propuesta del Estado absolutista. La ideas que lo sustentan son aquellas que estan basadas en los trabajos de pensadores como Humboldt y Kant. Dichos pensadores plantean que el poder estatal no puede ser absoluto sino que debe respetar el derecho de todos los ciudadanos.

La Revolución francesa propició que las ideas dieran lugar a una perspectiva completamente nueva en las relaciones jurídicas futuras.La supremacia de la Constitución establece que el poder surge del pueblo, de los ciudadanos, y que es éste el que tendra el poder de elegir quien les gobierne y facultar a quien pueda redactar o modificar esa Constitución.

En la política no caben los vacios. Toda ausencia puede dar lugar a la ocupación de cualquier grupo -legal o ilegal- que se haga con el poder. Ello puede dar lugar a que cualquiera de esos grupos impongan su forma de pensar bien de forma violenta o bien de forma pacífica o pseudopacifica alegando supuestos  principios democráticos no reconocidos por la totalidad de la comunidad o por los entes supranacionales.

Donde las leyes no se cumplen, las sentencias no se ejecutan y las resoluciones del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional se desobedecen, da lugar a un erial en el que crecen plantas que dificilmente se pueden aprovechar y que nada proporciona a la comunidad.

Ese terreno yermo abonado por el nacional-secesionismo pretende controlar todas las herramientas del poder político apoyado por la dejadez del Estado. La ausencia de un tratamiento basado en la fidelidad constitucional no ha sido objeto de abono lo que conllevo la aparición de las leyes de desconexión de septiembre de 2017 que pretendían romper la legalidad constitucional y la solidaridad y soberanía del pueblo español.

La absurda actitud de una izquierda acomplejada unido a la confusión fomentada entre España y franquismo y a una lectura interesada del derecho de autodeterminación ha conducido a la desnaturalización de los principios de igualdad y fraternidad y consecuentemente a vivir una situación que  ningún español de bien desea.

Es preocupante observar como la no aplicación de la legalidad por parte de un gobierno el desobediente se crece prosiguiendo la ruptura por el expeditivo camino de los hechos consumados. Esto da lugar a un agravio comparativo castigando a los ciudadanos que cumplen con la legalidad vigente, dando lugar a una inequidad y, por tanto, a la ausencia de cohesión social.