Y ahora le toca a la Cruz en los colegios

La iniciativa de proposición no de ley que Esquerra Republicana llevo ayer al Congreso y aprobada la moción con los votos del Partido Socialista Obrero Español nos ha sorprendido a todos. En nombre de un "laicismo" particularmente entendido,  sin debate previo y con tan solo el argumento de una sentencia del Tribunal de los Derechos Humanos  los defensores de la "libertad" religiosa nos hacen  tragar con esta "rueda de molino" sin comerlo ni beberlo. Traida por sorpresa y sin anuncio alguno el PSOE enfrenta nuevamente a la sociedad española sumiendola en una discusión fratricida sin ton ni son.

La sociedad española, preocupada en cuestiones de supervivencia, no puede ni debe perder ni un solo minuto en iniciativas de este tipo. El debate, cuando corresponda, se deberá emprender con sosiego y prudencia en una país en el que la tradición y la cultura cristiana tiene tanta importancia.

La Cruz, presente en banderas europeas y en escudos, no puede quitarse así como así. No es tan fácil. El "fregado" en el que se ha metido nuestro Presidente no tiene parangón. Lo inició con la pildora del día despés, continuó con el aborto y ahora toca al simbolo de la religión que una inmensa mayoría de los españoles profesamos.

Su incompetencia en materia económica la disimula introduciendo medidas sin demanda social, presentadas  en un papel escrito a mano, con una improvisación total, y a sabiendas que durante unos días llenará páginas y páginas de los principales medios de comunicación.