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elvigíadelcampanario

La ciudad rota

La ciudad rota

Domingo por la mañana, paseo matutino, inicio esperanzador, final extenuante. Zanjas, obras, railes, ruinas. Esta no es mi Zaragoza que me la han cambiado.Zaragoza esta rota (rota como el banco de la imagen, en la plaza de la Santa Cruz, que esta para contemplarlo porque para sentarse no).

Políticos que haciéndolo a posta no lo hacen peor. La Plaza de Basilio Paraiso reventada, El paso de la Independencia inexistente, del Coso ni rastro. Empeñados en "mantenella y no enmendalla"* en meter un tren, en toda regla, por el casco histórico, nos condenan a vivir dos años de nuestras vidas tragando polvo, dando rodeos absurdos y acordándonos de toda su familia.

"Dicen que los técnicos no han tenido tiempo para estudiar arternativas al trazado del tranvía y han persistido en el error de introducir un transporte masivo por el casco antiguo de Zaragoza". Pero todo sea por el futuro de nuestra ciudad, futuro que hace treinta años pasaba por eliminar catenarias, railes y vagones del centro de la ciudad porque estorbaban. Pero todo vale, incluso iniciar una obra sin los permisos obligados, pasándose por el "forro de sus caprichos" la normativa antiruido, dividir una ciudad, de norte a sur, cuando hace unos años se trataba de soterrar las vías del tren porque separaba el este del oeste.

Esto es de locos, Don Regino, pero nos toca aguantar, como siempre.

Dios sabe que pasará dentro de otros treinta años. Igual... nos levantan el tranvia.

* Artículo publicado por el arquitecto Regino Borobio Navarro en el Heraldo de Aragón el 13 de septiembre de 2011 que no tiene desperdicio

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