Las cuentas de Aragón

Raro es el día que no nos cuente la prensa los desmanes de las administraciones autonómica y local aragonesas: la deuda de la sanidad aragonesa (con las empresas de tecnología sanitaria asciende a 161,1 millones de euros, a proveedores de medicamentos a hospitales, 202,6 millones de euros), la rebaja del canon del canal de aguas bravas de Zaragoza a la empresa concesionaria de 70.000 a 3.000 euros (el resto lo aportará en especie -entradas gratis y organización de actividades-) alegando su bajo rendimiento; las dudas sobre la urbanización del campus universitario y área deportiva de la localidad de Villanueva de Gállego; el contrato confidencial de moto GP suscrito con Dorna  para asegurar las pruebas en Motorland, claramente deficitario para Aragón aunque se alegue la proyección internacional de Aragón y el impacto hotelero en la zona ; los 183,5 millones y medio de deuda “reconocida” por el Ayuntamiento de Zaragoza y así podríamos seguir y seguir.

Todo ello demuestra que la gestión realizada por los políticos en las diferentes administraciones es claramente mejorable y en la que se echa en falta el deseado debate con la oposición en una clara prepotencia del partido o partidos en el poder, hayan ganado las elecciones o no.

Las deudas afloradas conlleva a un ajuste necesario para que las cuentas cuadren en ejercicios posteriores y se pueda contribuir a la disminución del déficit del Estado. La tarea no es fácil y obligará a los nuevos gestores a un esfuerzo añadido.