La insensatez de los políticos

Los políticos han dejado el país varado, sin capacidad de navegar, a merced de las inclemencias de las circunstancias.

La irrresponsabilidad política unida a la inestabilidad económica y la inminente llegada del brexit se traduce en un descenso de la productividad. El hastío de la población ante dos records históricos: cuatro elecciones generales en cuatro años y dos en el mismo año, ha hecho que se prevea un alto índice de abstención o la posibilidad de no ejercer el derecho al voto.

Esta irresponsabilidad ciudadana, consecuencia de la insensatez de los políticos, puede dar luagar a una negligencia grave.

Dejar en manos de otros el futuro de un país puede hacer que la ley nos exceptue y eso puede hacer que los políticos llevados por su sectarismo ideológico puedan equivocarse y perjudicar a sus propios ciudadanos.

Durante años en las escuelas, en nuestras casas, en la calle nos han dicho que ir a votar es un derecho ciudadano, a lo que habría que añadir que es también un deber; al fin y al cabo derechos y deberes son la cara de la misma moneda y como tal debemos actuar.

Votar a los que la conciencia nos dicte. Votar con la cabeza y no con el estomago. Los políticos son los encargados de plasmar en la ley lo que los ciudadanos decidan