Un cambio en la gestión

La gestión del cambio no tiene nada que ver con un cambio de la gestión.

La gestión del cambio  obliga a agudizar el ingenio para combatir los efectos de la actual pandemia. Se convierte en una necesidad real de la sociedad para mejorar tanto la cualificación del personal o del profesional como la de las empresas o de las instituciones públicas.

Otra cosa es la necesidad de un cambio de la gestión iniciada. Ante una alarma sanitaria no cabe una solución única sino, todo lo contrario, una solución consensuada. Utilizar una circunstancia de esta magnitud sin contar con los mejores y los más capaces conlleva la posibilidad de un viaje con un retorno complicado.

La falta de previsión, la utilización de canales y empresas de dudosa catalogación para la adquisición de recursos, la mediocridad y la falta de sensibilidad de algunos de los encargados de la gestión, el uso de herramientas inadecuadas en la evaluación del problema, el enfrentamienro político por un puro, la manipulación de los medios de comunicación sin la adecuada transparencia y el egoista interés partuidista nos lleva ineludiblemente al fracaso más sonado.

Confinamiento, desescalada, brote, letalidad, curva, cuarentena, inmunidad ... son términos excesivamente escuchados durante estos dos meses últimos y que mos acompañan constantemente en nuestra vida diaria.

La sociedad, en un aislamiento prolongado  y decretado por un gobierno desaliñado e incapaz, liderado por un político sin escrúpulos, se desahoga con unos aplausos actualmente venidos a menos y sustitudios por el sonido, cada vez más frecuente, del golpeteo de las cacerolas.

Se demanda por una mayoría el cambio de actitud y la toma del timón del denominado "mando úmico" por alguién competente e independiente.