El oscurantismo de un presidente

La práctica deliberada de un presidente en funciones de ocultar que determinados hechos sean difundidos a la población provocan inquietud e inseguridad en la mayoría de los españoles, entre ellos una "encuesta" encubierta solo a los catalanes afiliados a un partido republicano e independentista como una de tantas condiciones de los rebeldes catalanes para apoyar la investidura de un Sánchez, embustero  y filibustero. Tales hechos dan alas a las tesis rebeldes dictadas por un preso condenado por sedición y malversación.

Se aproximan tiempos de tienieblas en los que la transparencia deja paso a la oscuridad interesada de un partido conducido por un lider de los que, conscientes de lo que se cuece en su partido, son incapaces de reaccionas mostrando que no alcanzan la talla debida.

El denominado conflicto político catalán no es más que un golpe de estado que se mantiene en el tiempo y que busca soterradamente sus objetivos contando con el egocentrismo de un lider autodenominado socialista y de maturaleza patologicamente narcisista.

A lo mencionado, la supuesta manipulación  (y supuesta filtración de su informe final) de una institución como la Abogacia del Estado para conseguir sus fines, Sánchez no deja títere con cabeza con tal de conseguir la "poltrona" presidencial y acostarse en su colchón de la Moncloa. Un presidente que no es honesto consigo mismo, que miente y es capaz de engañar a millones de españoles no merece ocupar la presidencia de un Gobierno de un país serio.

A medida que avanzan las horas se van conociendo detalles del denominado"programa de gobierno" firmado con los comunistas de "Ahora podemos". Salpicado de medidas populistas con el fin de confundir al personal se introducen medidas inconstitucionales que dificilmente pasarían el tamiz de un filtro constitucional. A su vez, sus acuerdos con rebeldes condenados y políticos que han declarado repetidamente su rechazo a una Constitución aprobada por una mayoría de españoles y declarados en contra de la monarquía parlamentaria le hacen complice y no merecedor de la confianza que le llevo a ganar unas elecciones generales con unos argumentos  que hoy son reconocidos falsos.